Un buen entorno familiar depende en gran medida de la relación y el afecto que se tenga entre los padres-pareja. Esto genera seguridad en los hijos y crea un ambiente que da confianza. La forma en que nos queremos tiene un impacto muy grande en los niños.
A amar se aprende, esto quiere decir que “alguien” nos lo tiene que enseñar.
El ambiente familiar que enseña lo conformamos desde un aspecto físico, afectivo, intelectual y desde las relaciones entre la familia.
Diferentes ambientes que se viven en el hogar:
El ambiente físico
Tiene que ver con el orden material dentro del hogar. Entre todos podemos llevarlo a cabo, cada uno siendo responsable de sus cosas. Se inicia desde que los hijos están pequeños y se les van asignando responsabilidades, a medida que van creciendo.
Los horarios ayudan a tener orden en el ambiente, permite que todos conozcan la “ruta” de su casa.
El ambiente afectivo
Se genera propiciando paz y tranquilidad en el hogar. Comunicando a los hijos los sentimientos y poniéndoles nombre a estos. No ocultarlos.
El ambiente intelectual
Lo podemos fomentar a través de la lectura, tener libros disponibles para esto.
Propiciar momentos de conversación familiar sin celulares o televisión, donde se respeten y se escuchen las opiniones de todos.
El ambiente de respeto
El cuidado de las relaciones familiares lo adquirimos a través del respeto a la intimidad personal. Enseñar a los hijos a distinguir entre familiares, conocidos, amigos y extraños.
Evitar juzgarse los unos a los otros y tratar de tener mantener una actitud comprensiva. Generalmente un buen sentido del humor y la alegría, ayudan.
¿CÓMO ES EL AMBIENTE QUE SE VIVE EN TU HOGAR?
¿QUÉ PODRÍAN HACER COMO PADRES PARA MEJORARLO CADA DÍA?
Katia Zarur de Rosales.
Psicóloga de Familia y Pareja,