A lo largo del tiempo el concepto de madre se ha fundado en la base del amor, cuidado, y protección, sin embargo, mediante los roles que ha ejecutado a través de los años se ha ampliado más su significado; y si se observa de manera minuciosa su significado en la literatura, encontraremos el siguiente verso «ser madre implica la responsabilidad por una nueva vida, la fuerza para luchar por un ser indefenso, levantarse cuando se está cansado y no rendirse nunca», indicando así, que la labor de una madre es finita e inagotable, y sobre todo memorable, por la entrega y devoción que forja cada día en su labor, la cual ejecuta sin esperar nada a cambio y sin medida.
Ahora bien, si nos enfocamos y resaltamos cada una de la labores que ejecuta una madre, podremos nombrar varios roles en ella, entre estos, ser guerrera, cuando lucha de manera inalcanzable para lograr proteger a su familia; ser maestra cuando guía en sabiduría su hogar y su familia; ser vigía cuando predice el peligro; ser guía cuando los suyos se desvían del camino; ser líder cuando deben tomar decisiones determinadas; ser mediadora, cuando interviene en la solución de conflictos; ser soporte cuando alguien se siente decaído; ser escudo cuando necesita proteger a un ser herido; ser esperanza cuando el sentido se ha perdido; ser luz para quien la necesite en su camino y ser refugio para quien, necesite abrigo, por ello, y muchas más laborales que ofrece el rol de madre, cada día su significado se convierte en autentico e inigualable, porque todo lo hace por su vocación de amar aunque su fuerza no alcance, pues en ella al nacer la vida, se sostiene la vida.
Y por todo lo anterior, es indispensable que cada día se le retribuya con gratitud a su labor, homenajeando a diario su dedicación, esfuerzo, valentía y consagración, pues sin su rol la humanidad no respirara esperanza y amor, pues a través de ellas se sostiene la bondad en el hombre, y es con ella que se renueva la esperanza en la humanidad.