El confinamiento es una situación que puede generar estrés en las personas y afectar su salud mental de diferentes formas. En ocasiones, esto puede desencadenar reacciones o comportamientos negativos que crean un mal ambiente en la familia.
Durante esta cuarentena debemos hacer de nuestras casas el lugar más seguro, manejando con asertividad nuestras emociones y reacciones. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando alguna persona del hogar pone en riesgo o amenaza a otro miembro de la familia?
Las cuarentenas obligatorias y temporadas de aislamiento físico se pueden convertir en escenarios para el aumento desproporcionado de la violencia intrafamiliar y de pareja.
Distintos factores asociados al confinamiento (como lo son el estrés, el miedo o la posibilidad de desempleo, el incremento en el consumo de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes, la realización de las labores domésticas y de cuidado como deber tradicionalmente femenino, entre otros), pueden generar conflictos ‘normales’ que se dan en el marco de la convivencia y pueden terminar siendo resueltos a través de la violencia en contextos donde ésta nunca se había dado.
El Papa también alertó que las mujeres «a veces corren el riesgo de ser sometidas a la violencia por una convivencia de la cual llevan una carga demasiado grande».
La violencia intrafamiliar, también llamada violencia doméstica, violencia de género es: “Todo acto de agresión intencional física, psicológica, sexual que un miembro de la familia realiza contra otro miembro del grupo familiar. Se expresa en amenazas, golpes y agresiones”. Afecta a quienes se encuentran en posiciones de menor poder dentro de la estructura de la familia como las mujeres, los menores de edad y los ancianos.
Paradójicamente mientras el mundo no escatima esfuerzos para luchar por el covid19, en los hogares de Colombia y el mundo en general, la violencia se ha propagado como una epidemia bajo techo.
La combinación de las presiones económicas y sociales provocadas por la pandemia, así como las restricciones de movimiento, han aumentado drásticamente el número de mujeres y niños que se enfrentan a abusos, en muchos los países.
Desafortunadamente, algunas de las formas en las que se ejerce la violencia intrafamiliar están invisibilizadas o naturalizadas en la sociedad, por lo que no son reportadas.
Además, en ocasiones las consecuencias psicológicas son progresivas, por lo que las personas no son conscientes de la importancia de obtener atención oportuna frente a estas situaciones.
En esta época es importante tomar conciencia de que muchos vivirán tiempos de reencuentro con sus familias, aunque no será igual en todos los hogares.
Nada justifica el uso de la violencia y menos al interior de la familia. Debemos proponernos como un objetivo permanente en nuestra sociedad y en nuestro grupo familiar, trabajar por un modelo de familia en donde el respeto el amor, el afecto, las relaciones, las responsabilidades, las tareas, se den en un espacio gratificante que permita a cada uno de sus miembros desarrollar todo su potencial.
Factores como una situación económica difícil, el tener a los niños todo el tiempo en casa, el teletrabajo desde casa y algunas otras situaciones que se presentan durante el confinamiento, pueden ser detonantes de la agresión, sumado a una actitud discriminatoria que subestima a la mujer y que busca ejercer poder y control sobre ella, lo que en últimas puede favorecer e incentivar el ciclo de violencia.
RUTA DE ATENCIÓN A LA VIOLENCIA: En caso de ser víctima de violencia intrafamiliar ¡DENUNCIE!
• Las mujeres tienen habilitadas la línea 155 las 24 horas del día
• Línea 141: ICBF
• Línea 122: Fiscalía
4 Comments
Muy buen artículo
Muchas gracias por leernos señora Nazly!
Es por eso que como padres debemos saber educar a nuestros hijos, enseñarles buenos valores desde pequeños y de esta manera cuando sean adultos harán lo mismo con sus hijos
Gracias por leernos señor Víctor!