«La perfección es una pulida colección de errores.»
-Mario Benedetti-
¡Valientes y Vulnerables!
Ser valiente es tener el coraje de superar aquello que tenemos delante, es la oportunidad de afrontar esa situación que la vida nos ofrece o que nosotros hemos elegido. Ser valiente es una elección consciente, de poner a prueba nuestras capacidades, nuestros límites y bloqueos.
La valentía está asociada al heroísmo, la gallardía y el valor. Cuando una persona es valiente, logra vencer sus temores o dudas y actúa con decisión y firmeza.
La palabra vulnerable es de origen latín “vulnerabilis”, una palabra formada por “vulnus” que significa “herida” y el sufijo “-abilis” que expresa “posibilidad”, por lo tanto, es la posibilidad de ser herido. Las personas vulnerables se caracterizan por ser frágiles e incapaces de soportar algún acto.
Brené Brown* descubrió que la única diferencia era que quienes se sentían amados y tenían un sentido de pertenencia, se sentían merecedores de ello. Así que decidió observar qué tenían en común estas personas. Las personas que se sentían dignas de amor y pertenencia compartían un sentido de valentía para ser imperfectos. Tuvieron que dejar a un lado todo lo que creían que debían ser para poder ser quienes en realidad eran, y así crear una verdadera conexión con las demás personas. Aceptaban plenamente su vulnerabilidad. Creían que los que los hacía vulnerables los hacía hermosos. La vulnerabilidad, según los entrevistados, es necesaria. Debemos tenerla para poder decir “te amo” antes que nuestra pareja lo diga, para hacer algo sin garantías que tendremos éxito. Debemos tener la disposición para invertirnos en una relación que puede o no funcionar. Lo veían como algo fundamental.
Brené, analizó el fenómeno de la vulnerabilidad y descubrió que es el núcleo no sólo de elementos negativos, sino también de elementos maravillosos y positivos. VULNERABILIDAD, Vergüenza, Miedo, Lucha por la dignidad, Alegría, Creatividad, Pertenencia, Amor. Pero nos da miedo la parte negativa… Así que adormecemos nuestra vulnerabilidad. Pero no la podemos adormecer de manera selectiva, porque cuando adormecemos lo negativo, también erradicamos lo positivo; Es decir, quedamos sin alegría, gratitud, y felicidad. Entonces, nos sentimos miserables y en búsqueda de propósitos y significados a nuestras vidas.
Brené sugiere 4 cosas: