Las celebraciones navideñas, de fin e inicio de año son toda una experiencia que nos colocan como si estuviéramos en una montaña rusa: hay momentos de alegría, otros de tristezas y todo lo que podamos colocar en medio. Y es esta experiencia emocional, junto con otros hechos son las que, en algunas ocasiones, nos permite dedicarle más tiempo a la contemplación del futuro, es decir, preguntarnos sobre que pasará el próximo año, cómo será nuestro caminar en todos los aspectos, cuáles serán los resultados que obtendremos.
En esta observación del futuro, son muy comunes los propósitos: aquellas frases que nos permiten ubicar las metas que queremos alcanzar durante el año y que no solo se limitan al trabajo o al dinero, sino que integran amor, cuidado físico, paz mental y así podríamos continuar con una larga lista de “etcéteras”. Pero en este momento cabe preguntarnos algo sencillo, pero profundo: ¿cuántas de estas metas logramos? ¿Cuántas de estas metas se repiten como los villancicos cada año? ¿qué tan satisfecho estoy con estos propósitos?
Es aquí donde la propuesta debe ser distinta y a través de este mensaje no queremos decirte que hacer o que desear o que proponerte, sino tener las herramientas para crear esas metas que puedas alcanzar y que, si no alcanzas, que no se pierdan en el vacío, sino que puedas hacer un ejercicio reflexivo sobre ellos. Estas son las propuestas:
Este período de fiestas, recuerda que tu vida es muy importante y que, al momento de definir un rumbo, esa importancia debe hacerse presente. Pero como dice la frase del tío Ben a Peter Parker (el hombre araña) “con un gran poder, viene una gran responsabilidad”: tienes el poder de guiar tu barco, tu vida, pero con eso viene la responsabilidad de asumir lo bueno y no tan bueno que pase con ella. Felices fiestas, feliz año y que el 2022 sea tu año de cambio…
Fundación Nuestra Casa, Centro de Familia y la Persona.
Ronald Acacio Quintero
Psicólogo Familia y Pareja