«Niños, ejemplo para los adultos»

Hace un año escribía acerca de esta fecha, El día del niño, aún recuerdo que daba unas pautas a los padres y cuidadores lectores acerca de como abordar a los más pequeños en época de pandemia, resulta que la pandemia continúa y a pesar de tanto dolor en algunas familias y la transformación que ha dado el mundo, siguen siendo los más peques de la casa quienes han demostrando lo fuerte que son. Nos han dado lección, sí, de como afrontar la situación. Han sido capaces de cambiar los parques por las pistas de carrera al interior de la casa, el cine por el amplio conocimiento y manejo de la tecnología, siguen riendo, cumpliendo con lo que les corresponde, incluso son capaces de verbalizar un «tranquilo(a)» esto va a pasar. Algunos, con su capacidad para crear sorprenden a sus familiares. Dejan ver nuevas habilidades.

Fuertes, inteligentes, talentosos, amorosos, son los personajes con los que contamos en casa y por los que los adultos debemos regularnos, cuando al interior de la misma, pudieran presentarse algunas diferencias.

No todos los niños y niñas sienten o responden igual, no esperemos que «funcionen» porque no son un artículo; son personas, pensantes, solo viven y se expresan de acuerdo a lo que ven y reciben.

Hace unos días veía una imagen donde un padre se bajaba al nivel de niño, simulando ambos ser superhéroes y lo que más me llamaba la atención, era poder percibir en una sola imagen, alegría, amor, orgullo, determinación y no solo era en el adulto, era en esa mirada en medio de la máscara del niño. Se veía y sentía importante… Así es, bajarse a la edad del niño, entender lo que quiere y necesita.
Papá, mamá, abuelos, tíos, cuidadores, no es difícil bajar a ese punto, lo difícil es que el pequeño crezca y ambos se hayan perdido de la hermosa vivencia.

No demos objetos, si no damos tiempo, no exijamos comportamientos adecuados si el ejemplo de adulto que soy, no es correcto y del cual el niño(a) no se sentiría orgulloso(a)

Abraza, sonríe, exige, enseña, valora, y nunca olvides que tu niño(a) depende de ti…

María Patricia Serpa R.
Psicóloga  Clínica
Terapeuta Individual
Fundación Nuestra Casa

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